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jueves, 12 de mayo de 2016

Aventura en el Puerto: Primera Parte




Aquella fría madrugada de julio, Marcos, un joven operario del Puerto de Buenos Aires, salió de su casa ubicada en el pintoresco barrio de La Boca, rumbo a su puesto de trabajo y si bien a las 6:30 de la madrugada el tráfico aun era bastante ligero, ya se podían observar algunos inconvenientes, como ser los ya tan característicos accidentes o pequeños atascos. Aquellos conductores, con sus actitudes más que provocativas, su habitual mal humor y pésimo comportamiento, hacían sonar sus bocinas de manera más que irrespetuosa, creando un ambiente lleno de tensión y nerviosismo.


Conducir en una gran urbe no siempre es sencillo, para ello es necesario poseer nervios de acero (en una maraña de coches, la atención, concentración y tranquilidad son fundamentales para no "enloquecer en el intento"). Si bien su familia pertenecía al gran conjunto de trabajadores portuarios desde siempre, el joven había logrado, no sin esfuerzo, sacrificio y dedicación, el sueño de un coche propio: se trataba de un "Fitito" (nombre con el que los porteños llaman al Fiat 600). Miró su reloj: - ¡Maldición! - exclamó por lo bajo, mientras trataba en vano de concentrarse en el tráfico - ¡otro día en el que deberé de dar miles de explicaciones a mis superiores! Había obtenido el puesto hace apenas dos años atrás, y gracias a su tenacidad, responsabilidad y esmero había sido promovido al área de servicios de mercancía del Puerto de Buenos Aires. A pesar de que para muchos representaba un trabajo más bien monótono y rutinario, a nuestro joven amigo le agradaba muchísimo. 


Al llegar, saludó amablemente a sus compañeros de trabajo y antes de comenzar su turno, se sirvió una humeante taza de café bien cargado, acompañado por un emparedado de lechuga, jamón y palmitos (un pequeño lujo que, muy de vez en cuando se otorgaba a sí mismo). Según el informe del día anterior, hoy debían ocuparse de la carga de tres buques, uno procedente de Portugal, uno del Caribe  y el último de Grecia. Estos buques estaban destinados a partir en dos días, en concreto, entre las 4:30 y las 10:00 de la mañana. 


Al dirigirse a su puesto de trabajo se encontró con Juan Manuel:


- ¡Hola compañero! - lo saludó alegremente - ¿sin sobresaltos la última noche?


- Buenos días amigo. ¡Ni me la recuerdes! - el joven parecía sinceramente preocupado - Imagina que problema! - prosiguió con voz apesumbrada - ¡Hemos descubierto que nos faltan tres contenedores!


Marcos no daba crédito a lo que acababa de escuchar - ¿¡pero como es posible?! - exclamó totalmente sorprendido - vaya día - murmuró por lo bajo - se volvió a su joven acompañante - Me imagino el ambiente que se respira por aquí, un problemón!!!! - Juan Manuel, muerto de cansancio no se percató de la enorme piedra que obstruia su camino - ¡cuidado! - mejor será amigo que vayas a descansar un rato, yo me encargo del resto


- Me temo que el descanso tendrá que esperar, tenemos órdenes estrictas del más alto rango de no movernos de nuestros puestos hasta haber solucionado este embrollo - Marcos observó a su compañero con preocupación - ¡pero Juan!!! en el estado en que te encuentras ni puedes contar hasta tres sin equivocarte, ven siéntate, por lo menos toma una taza de café antes de seguir con tus actividades - Juan Manuel agradeció aquel gesto. Bebió lentamente aquella deliciosa y reconfortante bebida - ¡Casi me olvidaba! - se volvió hacia Marcos, quien estaba repasando unos papeles - te esperan en la gerencia....


- Me lo imaginaba - Marcos trató de dar a su voz un tono de despreocupación y de alegría, aunque solo lo logró parcialmente - no te preocupes por los contenedores, verás que aparecen pronto - trató de tranquilizar a su amigo. Se levantó de la silla y dirigiéndose a la puerta agregó - Deseame suerte. No me queda otra opción que enfrentarme a la boca del lobo....







El Puerto Nuevo es la parte del Puerto de Buenos Aires que continúa funcionando en la actualidad, ya que Puerto Madero fue desactivado y transformado en un barrio. Se comenzó a construir en 1911 y se terminó en 1928. Fue en su momento el más grande de Latinoamérica y del Hemisferio Sur, e informalmente es parte del barrio de Retiro. Tiene un formato "dentado" compuesto por seis dársenas abiertas al Río de la Plata. La historia de la construcción de un puerto para la ciudad de Buenos Aires se remonta a la primera mitad del siglo XIX. En esos tiempos, el Río de la Plata alcanzaba el eje de las actuales avenidas Além y Paseo Colón, y debido a su poca profundidad las embarcaciones debían anclarse río adentro y los pasajeros y cargas tenían que ser llevados a la ribera en botes o sobre animales. 


A mitad de camino se encontró con otro de sus compañeros de trabajo, Fabricio Contretas.


- Marcos! - lo saludó con una inclinación de cabeza - ¿ya te enteraste de las últimas noticias?


- ¿Te referís a la desaparición de los tres contenedores? ¡Por supuesto! Juan Manuel me lo contó todo....


 - ¿Todo? pues eso es imposible - Fabricio bajó el volumen de su voz y entre murmullos prosiguió - acaban de encontrar los tres contenedores Marcos....


- ¡Pero que buena noticia! - El rostro de Marcos se iluminó de alegría - entonces...¡problema resuelto!


- ¿Problema resuelto? ¡Que va! Yo diría que el problema recién empieza, o mejor dicho..., los problemas se han agravado impresionantemente


- No te comprendo, ¡explícate!


- Pues es simple, verás - el silencio se hizo casi eterno - los contenedores se han encontrado, es cierto, aunque solo uno de ellos sigue estando sellado y listo para la carga, los otros dos fueron abiertos a la fuerza, a uno de ellos le falta la mitad de la carga, al otro lo hemosencontrado completamente vacío


¡¿Que?! ¡pero que horror! Están totalmente seguros de que se trata de los mismos contenedores que se han perdido ayer a la noche? Mira que forzar un contenedor no es tarea nada sencilla, ni para los "especialistas en artes bastante turbias"....


- Totalmente Marcos. No existen dudas al respecto - fue la lacónica respuesta - ¡ estamos...fritos!


El Río de la Plata es un protagonista importante de la historia de Buenos Aires, su puerto fue el acceso exclusivo a la urbe desde otras partes del mundo desde su fundación hasta la creación de la vía aérea. 


Antes de construirse la actual infraestructura, Buenos Aires contaba solo con un fondeandero o embarcadero de poca profundidad, frente al llamado bajo, un terreno anegadizo y de difícil tránsito, ubicado entre la barranca sobre la cual se levantaba la ciudad y la costa, a partir de la línea demarcada hoy por las avenidas Leandro N. Além y Paseo Colón. Los barcos mercantes fondeaban a varias millas de distancia de la costa, desde donde carga y pasajeros transbordaban a embarcaciones de poco calado que los aproximase a la orilla. La constante descarga de material aluvional procedente del río Matanza impedía la apertura de un canal profundo para facilitar la tarea. El movimiento portuario de Buenos Aires se multiplica a partir de 1809, fecha de apertura del Río de la Plata al tráfico con barcos neutrales. 







Mientras Marcos se dirigía hacia las oficinas del gerente de operaciones, su preocupación aumentaba con cada paso y cada segundo. Además de tener que explicar por milésima vez la causa de su llegada impuntual al trabajo, estaba seguro que se avecinaba una tormenta de aquellas....¿como explicar que dos de los contenedores habían sido forzados. La pérdida de credibilidad no solo de los operarios, sino también de todas las autoridades del puerto a nivel internacional era prácticamente un hecho. Además, este no fue el primer gran problema que enfrentaban, hacía apenas medio año atrás las autoridades encontraron a varios operarios qabían montado una verdadera red de defraudación de mercancías en el puerto....¡y ahora esto!



Tímidamente llamó a la puerta de la oficina principal


- ¡Adelante! - se escuchó la potente voz de Daniel Muñoz - ¡la puerta está siempre abierta!


- Buenos días Sr. Muños, ¿me mandó llamar? - preguntó el joven con voz respetuosa pero firme


- ¡Ah, Marcos! pase y quítese esa timidez de encima - se levantó y le estrechó la mano - siéntese, por favor - agregó con amabilidad - tenemos varias cosas de las que hablar. - Cogió el teléfono y marcó un número - ¿Sandra, podría traernos dos cafés bien calientes ahora mismo? ¡Gracias


Con una creciente inquitud, el joven se sentó en uno de aquellos sillones tan bonitos que adornaban aquella oficina y que todos por igual admiraban en secreto. ¡Vaya si eran cómodos y tan mullidos!.....


- Me han comentado que una vez más has llegado tarde a tu puesto de trabajo Marcos, ¿es cierto eso?


Si bien el joven no se sentía muy cómodo con esa situación, respondió, lo más tranquilo posible: - Si señor. Parece imposible llegar a tiempo, no importa a la hora que salga de casa, siempre existen miles de complicaciones que me impiden llegar a horario. Sinceramente ya no se bien que hacer - agregó con total franqueza.


- Lo sé, lo sé - Daniel Muñoz se acomodó en su sillón y observó al joven - No te voy a negar que no me agrada que mis empleados lleguen tarde - prosiguió jovialmente - también sufro los trastornos del tránsito - un suave toc toc interrumpió aquella conversación - ¡Gracias Sandra! Siempre tan eficiente - y volviémdose a su joven interlocutor - No eres el único al que le es imposible llegar a horario, por ello hemols organizado un transporte privado para solucionar este inconveniente. A partir de mañana un autobús pasará a buscarlos por sus respectivos hogares - le entregó una planilla - a una hora determinada y los volverá a llevar de regreso. 


- El joven abrió los ojos de par en par, su sorpresa era inmensa - ¡señor Muñoz! - exclamó emocionado - Muchas gracias, pero no se hubiera molestado. Somos nosotros quienes tenemos un horario que cumplir....


El Riachuelo, desde La Boca hasta el VIejo Puente Pueyrredón, fue sede de un polo industrial formidable de características singulares. Contaba con astilleros, talleres de reparaciones navales, fábricas de motores, talleres metalúrgicos, puentes transbordadores, puentes ferroviarios, frigoríficos, instalaciones descargadoras de carbón, aserriaderos y una inmensa instalación con accesos ferroviarios y muelles, conocido como el Mercado Central de Frutos. En la actualidad, el Puerto de la Boca es un puerto fluvial.


- Y es la gerencia, joven amigo, quien debe ayudar y colaborar eficientemente para que ustedes puedan no solo llegar a tiempo, sino también realizar sus tareas de la mejor manera posible - agregó aquel buen hombre con sencillez - de esa manera todos saldremos ganando. Ahora bien, pasando a otro tema - los músiculos de Marcos se tensaron involuntariamente - he escuchado que existen algunos inconvenientes con tres contenedores. ¿Que sabes al respecto?


El joven se levantó y se dirigió a la enorme ventana que daba al puerto. Como un muy buen ejército orquestado a la perfección, cada uno de aquellos operarios, cumplía con su trabajo de la mejor manera posible. A estas alturas del año las ventanas permanecían mayormente cerradas, aunque en época veraniega y primaveral se podía escuchar desde aquella oficina el bullicio y los cantos de muchos de aquellos trabajadores, que con verdadero entusiasmo y dedicación, trataban de alegrarse el día de esa manera. Lentamente se volvió hacia el gerente, su rosto denotaba preocupación extrema


- Señor Muñoz - comenzó con lentitud - todo indica que nos faltan tres contenedores...


- ¿Como que faltan tres contenedores?¡Explícate!!!!


Turbado al extremo, el joven prosiguió, no sin dificultad: - los tres contenedores pertenecen a los tres barcos que deberían zarpar entre las 4:30 y las 10:00 horas del 14 de julio. En concreto falta uno de cada barco - al joven le fue imposible proseguir - ¡Pues encuéntrenlos lo antes posible! - exclamó Daniel Muñoz bastante contrariado ¿que pensarán de nosotros si le enviamos la carga incompleta?


- Señor, me temo que aun hay más - el joven trató de serenarse, aunque se notaba su desesperación e incomodidad - según Fabricio Contreras, con quien me encontré viniendo para aquí, los contenedores fueron localizados, es cierto, aunque - por unos segundos solo se escuchó el aullar del potente viento del sur que golpeaba con fuerza contra el edificio y las ventanas - según me comentó, de los tres contenedores solo uno se ha encontrado con la carga intacta, mientras que las cerraduras de los demás fueron forzadas. A uno se lo encontró totalmente vacío, mientras que el último fue localizado pero con su carga incompleta....


- ¡Pues tendrán que trabajar horas extras para remediar esta barbaridad! Nuestra seriedad está en juego, como comprenderá - Marcos, sin saber que decir, solo murmuró: - haremos todo lo posible señor para ordenar esta situación lo antes posible - al notar la desesperación y la preocupación en el rostro del joven, suavizó inmediatamente su tono de voz - Regrese a su trabajo, joven amigo y discúlpeme. No lo considero responsable directo de esta situación. Pero necesito que todos se concentren en encontrar la mejor manera posible para solucionar este embrollo que, de lo contrario, nos traerá enormes disgustos, y posiblemente consecuencias inimaginables. - le sonrió amablemente - Aun me quedan varios ases bajo la manga, que pueden ayudarnos en esta situación tan comprometida - Observó al joven como se alejaba más y más. hasta desaparecer en el horizonte, abrio su agenda telefónica, marcó un número y esperó a ser atendido. Era hora de enfrentar una de las situaciones más difíciles de su vida laboral. Poco podía imaginar en aquel instante que los problemas estaban recién por comenzar










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