Con el entusiasmo pintado en su hermoso rostro Andrea cruzó la pequeña plaza principal. Aquel día había comenzado con múltiples complicaciones, aunque, una vez más, se habían esfumado con tanta rapidez que apenas quedaba un débil recuerdo de ellos. Sonrió al recibir el mensaje de Bea: el sueño de su hermana había quedado truncado al fallecer sus padres. Había abandonado el deseo de entrar a estudiar en la Universidad (área de Literatura y Lingüística) para cuidar de su hermana más pequeña. Quizás - pensó - podría animarla a intentarlo nuevamente, especialmente ahora que me he independizado - súbitamente escuchó las campanadas del reloj de la catedral: eran las 15:30 horas, tiempo suficiente para pasar por la Biblioteca y visitar rápidamente a María....
- ¡¿Andrea?! ¿que haces tu aquí? supuse que a estas horas ya estabas en la Editorial - preguntó una sorprendida María al verla entrar - Tomás acaba de irse hace un instante - comenzó a ordenar los libros en los estantes - los estudios le están restando bastante tiempo, especialmente desde que asiste a la Universidad
- Aunque las actividades nos suelen quitar algo de tiempo, siempre se puede encontrar un huequito para los amigos - observó aquel lugar tan familiar y tan cálido lleno de hermosos recuerdos, decidida se volvió hacia María - dime ¿aun estás buscando a una persona para que te ayude en la Biblioteca?
- ¡Por supuesto! - fue la rápida respuesta - encontrar a la persona justa para el puesto no es tarea sencilla, aunque confío que pronto tropezaré con la persona idónea ¿por que preguntas? - se extrañó - ¿acaso sabes de alguien al que le podría interesar esta actividad?
- Quizás - respondió la joven enigmáticamente, y aclaró: - estaba pensando que a Bea le vendría de maravillas trabajar en este lugar ¿que te parece? - miró su reloj - ¿por que no lo piensas durante unos días y luego me llamas? Me esperan en la Editorial - y salió cual rayo de aquel lugar.
Al llegar a la Editorial se encontró con una cantidad bastante grande de periodistas que. evidentemente, estaban haciendo guardia a la espera de alguna información trascendente. Sin siquiera imaginarse lo que estaba sucediendo, traspasó la puerta de la Editorial para encontrarse con Cyntia....
- ¡Andrea! Por fin ha llegado, la están esperando desde hace una hora - la voz de la joven asistente denotaba preocupación extrema, totalmente extrañada Andrea preguntó
- ¿Que sucede Cyntia? Según recuerdo la reunión estuvo pactada, desde un principio para las 17:00 hs, y como aun me quedaba tiempo suficiente decidí pasar a visitar a mi amiga María en la Biblioteca - subitamente recordó que había apagado su móvil, y al abrir la cartera exclamó: - ¡ahora comprendo! al salir de la Biblioteca se me olvidó volverlo a prender
- ¡Andrea! ¡que gusto verla! - Marta Roldán saludó a su joven protegida con la misma cordialidad y tranquilidad de siempre - estuvimos tratando de contactarla Andrea - después de saludar a todos, la joven se disculpó, explicando brevemente la causa que la llevó a estar incomunicada, luego preguntó: - ¿que sucede? la voz de Cyntia fue más que preocupante....
- No deseamos preocuparla demasiado Andrea, aunque comprenderá que es nuestro deber y responsabilidad hacerlo en ciertas circunstancias especiales - Javier Roldán le entregó un artículo periodístico - si no fuera por la rápida reacción de su hermana quien nos guió hacia este artículo...
Totalmente extrañada y sorprendida por lo que acababa de escuchar comenzó a leer aquel artículo, a medida que avanzaba en su lectura, sus ojos se abrieron de par en par ¿era posible aquello? ¿o solo se trataba de un mal sueño, de una pesadilla? Aquel artículo, redactado por nada menos que Javier Fernández (responsable de la desaparecida Editorial Sandoval), no solo trataba de difamar su buen nombre, sino también se esañaba cruelmente con la Editorial Roldán. Levantó la mirada:
- ¿Como es posible tanta maldad? - su voz temblorosa denotaba la creciente preocupación que ello le estaba causando - supongo que la publicación de mi libro quedará, una vez más postergada, además tendré que hacer frente a las mentiras y barbaridades que de mi se dicen....
Marta Roldán había seguido con creciente interés las palabras de la joven. Conocía estas situaciones de sobra, y en su vasta trayectoria había asistido a varias situaciones similares. No era con desesperación con lo que se vencía a aquellos que injustamente trataban de entorpecer el camino de los jóvenes e inexpertos futuros escritores. Con la tranquilidad y seriedad de siempre se volvió hacia la joven:
- Andrea, la vida nos suele poner a prueba, obligándonos a enfrentar situaciones, a veces complicadas, a veces desesperadas, y es con y a través de ellas que generalmente solemos madurar. La política de esta Editorial siempre se ha volcado en ayudar, aconsejar y defender el buen nombre de todos sus empleados y de aquellos que confían en nosotros...
- Pero esto es muy grave, no soy especialista en leyes, aunque sus acusaciones - amablemente fue interrumpida por Javier Roldán - Andrea, solo se trata de acusaciones sin fundamento alguno. Lo peor que puede hacer es, por un lado dejarse influenciar y asustar por individuos semejantes, y menos que menos logrará frenar las publicaciones de su libro. Todo lo demás ya está en manos de nuestros abogados. Es más - sonriendo le entregó una hoja de ruta - como verá, mañana a la mañana la esperan en una de las librerías más grandes y reconocidas de esta ciudad para encontrarse con los lectores, promocionar el libro y dar autógrafos
La joven estudió rápidamente aquel papel - pues bien - pensó mientras lo recorría - nadie me llamará nunca más una cobarde - y levantando sus ojos contestó: - ¿y si en vez de encontrarme con 2000 lectores por librería me encuentro con muchos más y me quedo en cada una de ellas hasta el horario de cierre, llevando conmigo a un fotógrafo para realizar algunas fotografías con las personas? Por supuesto - agregó - sería un regalo de mi parte hacia ellos.....
- ¡Magnífica idea! - exclamó Marta Roldán, y volviéndose hacia Mabel Roldán y su hija Gabriela - avisen ahora mismo a las librerías sobre este cambio, a fin de que tengan tiempo de realizar las mofificaciones necesarias con un margen de tiempo prudencial - y mientras que se dirigía lentamente a su hogar, nuestra joven protagonista, ahora más segura que nunca de su vocación se prometió jamás volver a dudar de ella misma.....
- ¡¿Andrea?! ¿que haces tu aquí? supuse que a estas horas ya estabas en la Editorial - preguntó una sorprendida María al verla entrar - Tomás acaba de irse hace un instante - comenzó a ordenar los libros en los estantes - los estudios le están restando bastante tiempo, especialmente desde que asiste a la Universidad
- Aunque las actividades nos suelen quitar algo de tiempo, siempre se puede encontrar un huequito para los amigos - observó aquel lugar tan familiar y tan cálido lleno de hermosos recuerdos, decidida se volvió hacia María - dime ¿aun estás buscando a una persona para que te ayude en la Biblioteca?
- ¡Por supuesto! - fue la rápida respuesta - encontrar a la persona justa para el puesto no es tarea sencilla, aunque confío que pronto tropezaré con la persona idónea ¿por que preguntas? - se extrañó - ¿acaso sabes de alguien al que le podría interesar esta actividad?
- Quizás - respondió la joven enigmáticamente, y aclaró: - estaba pensando que a Bea le vendría de maravillas trabajar en este lugar ¿que te parece? - miró su reloj - ¿por que no lo piensas durante unos días y luego me llamas? Me esperan en la Editorial - y salió cual rayo de aquel lugar.
Al llegar a la Editorial se encontró con una cantidad bastante grande de periodistas que. evidentemente, estaban haciendo guardia a la espera de alguna información trascendente. Sin siquiera imaginarse lo que estaba sucediendo, traspasó la puerta de la Editorial para encontrarse con Cyntia....
- ¡Andrea! Por fin ha llegado, la están esperando desde hace una hora - la voz de la joven asistente denotaba preocupación extrema, totalmente extrañada Andrea preguntó
- ¿Que sucede Cyntia? Según recuerdo la reunión estuvo pactada, desde un principio para las 17:00 hs, y como aun me quedaba tiempo suficiente decidí pasar a visitar a mi amiga María en la Biblioteca - subitamente recordó que había apagado su móvil, y al abrir la cartera exclamó: - ¡ahora comprendo! al salir de la Biblioteca se me olvidó volverlo a prender
- ¡Andrea! ¡que gusto verla! - Marta Roldán saludó a su joven protegida con la misma cordialidad y tranquilidad de siempre - estuvimos tratando de contactarla Andrea - después de saludar a todos, la joven se disculpó, explicando brevemente la causa que la llevó a estar incomunicada, luego preguntó: - ¿que sucede? la voz de Cyntia fue más que preocupante....
- No deseamos preocuparla demasiado Andrea, aunque comprenderá que es nuestro deber y responsabilidad hacerlo en ciertas circunstancias especiales - Javier Roldán le entregó un artículo periodístico - si no fuera por la rápida reacción de su hermana quien nos guió hacia este artículo...
- ¿Como es posible tanta maldad? - su voz temblorosa denotaba la creciente preocupación que ello le estaba causando - supongo que la publicación de mi libro quedará, una vez más postergada, además tendré que hacer frente a las mentiras y barbaridades que de mi se dicen....
Marta Roldán había seguido con creciente interés las palabras de la joven. Conocía estas situaciones de sobra, y en su vasta trayectoria había asistido a varias situaciones similares. No era con desesperación con lo que se vencía a aquellos que injustamente trataban de entorpecer el camino de los jóvenes e inexpertos futuros escritores. Con la tranquilidad y seriedad de siempre se volvió hacia la joven:
- Andrea, la vida nos suele poner a prueba, obligándonos a enfrentar situaciones, a veces complicadas, a veces desesperadas, y es con y a través de ellas que generalmente solemos madurar. La política de esta Editorial siempre se ha volcado en ayudar, aconsejar y defender el buen nombre de todos sus empleados y de aquellos que confían en nosotros...
- Pero esto es muy grave, no soy especialista en leyes, aunque sus acusaciones - amablemente fue interrumpida por Javier Roldán - Andrea, solo se trata de acusaciones sin fundamento alguno. Lo peor que puede hacer es, por un lado dejarse influenciar y asustar por individuos semejantes, y menos que menos logrará frenar las publicaciones de su libro. Todo lo demás ya está en manos de nuestros abogados. Es más - sonriendo le entregó una hoja de ruta - como verá, mañana a la mañana la esperan en una de las librerías más grandes y reconocidas de esta ciudad para encontrarse con los lectores, promocionar el libro y dar autógrafos
La joven estudió rápidamente aquel papel - pues bien - pensó mientras lo recorría - nadie me llamará nunca más una cobarde - y levantando sus ojos contestó: - ¿y si en vez de encontrarme con 2000 lectores por librería me encuentro con muchos más y me quedo en cada una de ellas hasta el horario de cierre, llevando conmigo a un fotógrafo para realizar algunas fotografías con las personas? Por supuesto - agregó - sería un regalo de mi parte hacia ellos.....
- ¡Magnífica idea! - exclamó Marta Roldán, y volviéndose hacia Mabel Roldán y su hija Gabriela - avisen ahora mismo a las librerías sobre este cambio, a fin de que tengan tiempo de realizar las mofificaciones necesarias con un margen de tiempo prudencial - y mientras que se dirigía lentamente a su hogar, nuestra joven protagonista, ahora más segura que nunca de su vocación se prometió jamás volver a dudar de ella misma.....



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