Andrea repasaba por enésima vez la versión juvenil de El puente de los recuerdos. La tarea no había sido sencilla, al contrario: simplificar aquella historia se había convertido en ciertos momentos en un verdadero desafío. Guardó su manuscrito en una carpeta, le echó un vistazo al reloj se y calzó su abrigo: desde aquella día, las reuniones se habían intensificado considerablemente. La seriedad y honestidad de toda la editorial lograba, a veces, ciertos pequeños milagros: trabajando contrarreloj se había llegado al adelanto (de un mes) de la versión para adultos. En el recibidor se encontró con Beatriz:
- ¡Andrea espera! - la joven detuvo sus pasos - necesito hablar algo importante contigo - las palabras de Beatriz denotaban preocupación extrema. Andrea, concentrada totalmente en la próxima reunión contestó:
- Beatriz discúlpame, estoy apurada, tengo una reunión en la editorial en dos horas, es importante que llegue a tiempo, ya que terminaremos de definir los últimos detalles concernientes a mi libro, por favor Bea - insistió con dulzura - déjame pasar...
Sin embargo Beatriz hizo oídos sordos a las súplicas reiteradas de su hermana - Creo que te has equivocado de día - sentenció severamente - no existe tal reunión - Andrea no le quitaba los ojos de encima - verás - prosiguió con la mayor tranquilidad posible - me he tomado la libertad, como tu hermana mayor - Andrea había escuchado suficiente. Llamó a la editorial:
- Buenas tardes Cyntia. ¿Podría hablar con la señora Marta Roldán? Gracias - después de un largo silencio: ¿Señora Roldán? habla Andrea Cabrera....
- ¡Andrea que sorpresa! ¿está mejor de su gripe? - la mente de la joven trabajaba a mil ¿gripe? ¡pero si se encontraba de lo más sana! - Hace unas horas nos llamó su hermana en su nombre pidiendo una postergación de la reunión ¿le parece pasado mañana a la misma hora? - la joven ordenó su mente con rapidez - ¡Me parece perfecto, muchísimas gracias Señora Roldán!
Andrea se volvió hacia su hermana - Bea - eligió sus palabras con cuidado - tu sabes que amo la escritura por sobre todo. Terminar El puente hacia los recuerdos no fue tarea fácil, lo reconozco, más que placer ha sido redactar cada palabra. Sabiendo la importancia que tiene para mi vida poder llegar a publicar esta obra ¿como has podido entrometerte en mis cosas sin preguntarme antes? Si no fuera por la bondad de Marta Roldán ahora estaría nuevamente con las manos vacías, SInceramente no te comprendo.....
- Mi única preocupación es que de tanto escribir no te olvides de tus otras responsabilidades, como por ejemplo de tu real trabajo. Vivir del Arte siempre supone un riesgo económico mayor Andrea
- ¿Te refieres a mi trabajo en el bufete de abogados? - terminó de ordenar unos papeles sobre la mesa ratona - Desde el principio me han apoyado, además de darme libertad absoluta con respeto a mis tareas. Los riesgos existen en todas las profesiones Bea, lo importante es mantener varias puertas abiertas al mismo tiempo. Disfrutar y amar el (los distintos trabajos) que realizamos es, a mi humilde opinión de una importancia vital. Ambos "ingredientes", además de la seriedad, honestidad y dedicación total a la tarea hacen a la mitad del éxito en cualquier área
- Pero si la escritura significa tanto para tí entonces ¿por que no te dedicas de lleno a trabajar en el bufete de abogados? Es un trabajo seguro y además cuentas con un buen sueldo
- Pero no me llena del todo Bea. Lo que realmente quiero, deseo y necesito es escribir libros, novelas, ensayos, poesías, quizás algún que otro artículo priodístico, etc. No te preocupes - agregó rápidamente - aun ignoro si lo mío es realmente dedicarme de lleno a la literatura. Por ahora son pequeños intentos, si no resulta entonces regresaré a mi trabajo habitual.
Aquella conversación fue, una vez más interrumpida por el estridente sonido del teléfono. Con la sorpresa pintada en su rostro Andrea atendió:
- ¿Andrea Cabrera? habla Javier Roldán buenas días. Me preguntaba si podría pasar de todos modos hoy a primera hora de la tarde por la editorial. Como sabrá se ha adelantado la fecha de publicación (para adultos) de su libro, y, como imaginará los círculos literarios y las escuelas secundarias están esperando ansiosamente por usted.
- Con gusto Javier. ¿Le parece a las 15:30 horas? De paso les dejo el manuscrito de la versión juvenil del libro. Quizás - se arriesgó - se podría publicar la versión juvenil en conjunto con la de adultos. Ya sabemos que para los jóvenes la paciencia es una tortura....
- Me parece una buena idea. La pondré en consideración ahora mismo. No será sencillo, pero supongo, que con un buen trabajo de coordinación entre las distintas áreas se puede llegar a buen puerto. La esperamos a las 15:30 horas Andrea, hasta luego
Andrea se volvió hacia su hermana. Con la sonrisa pintada en su rostro exclamó:
- Acaban de citarme a la editorial para hoy a la tarde Beatriz. Necesitan ultimar los detalles de la publicación del libro. Además deseo entregarles el manuscrito de la versión juvenil - y antes de que Beatriz pudiera responder - Aun tengo que resolver un par de cuestiones antes de pasar por la editorial, nos vemos - y salió, cual rayo en busca de su destino....
Beatriz recordó su propia juventud. Había existido un momento en el cual le hubiera encantado estudiar Historia del Arte, aunque la férrea oposición de sus padres (para los cuales el Arte era una pérdida de tiempo) puso fin a aquel sueño, a aque anhelo, y al fallecer ambos progenitores se hizo cargo de la pequeña empresa familiar (una floristería). En los últimos tiempos Andrea había madurado considerablemente. Había elegido su camino, el amor a las letras la había conducido por caminos realmente maravillosos, llegando a límites insospechados teniendo en cuenta su juventud. Con gran determinación marcó el número de su hermana, dejándole el siguiente mensaje:
- ¿Andrea? aquí Bea, solo quiero desearte la mayor de las suertes para hoy a la tarde. Me siento orgullosa de tí hermanita. Y no te olvides: siempre puedes contar conmigo. Un beso y un abrazo......
- ¡Andrea espera! - la joven detuvo sus pasos - necesito hablar algo importante contigo - las palabras de Beatriz denotaban preocupación extrema. Andrea, concentrada totalmente en la próxima reunión contestó:
- Beatriz discúlpame, estoy apurada, tengo una reunión en la editorial en dos horas, es importante que llegue a tiempo, ya que terminaremos de definir los últimos detalles concernientes a mi libro, por favor Bea - insistió con dulzura - déjame pasar...
Sin embargo Beatriz hizo oídos sordos a las súplicas reiteradas de su hermana - Creo que te has equivocado de día - sentenció severamente - no existe tal reunión - Andrea no le quitaba los ojos de encima - verás - prosiguió con la mayor tranquilidad posible - me he tomado la libertad, como tu hermana mayor - Andrea había escuchado suficiente. Llamó a la editorial:
- Buenas tardes Cyntia. ¿Podría hablar con la señora Marta Roldán? Gracias - después de un largo silencio: ¿Señora Roldán? habla Andrea Cabrera....
- ¡Andrea que sorpresa! ¿está mejor de su gripe? - la mente de la joven trabajaba a mil ¿gripe? ¡pero si se encontraba de lo más sana! - Hace unas horas nos llamó su hermana en su nombre pidiendo una postergación de la reunión ¿le parece pasado mañana a la misma hora? - la joven ordenó su mente con rapidez - ¡Me parece perfecto, muchísimas gracias Señora Roldán!
Andrea se volvió hacia su hermana - Bea - eligió sus palabras con cuidado - tu sabes que amo la escritura por sobre todo. Terminar El puente hacia los recuerdos no fue tarea fácil, lo reconozco, más que placer ha sido redactar cada palabra. Sabiendo la importancia que tiene para mi vida poder llegar a publicar esta obra ¿como has podido entrometerte en mis cosas sin preguntarme antes? Si no fuera por la bondad de Marta Roldán ahora estaría nuevamente con las manos vacías, SInceramente no te comprendo.....
- Mi única preocupación es que de tanto escribir no te olvides de tus otras responsabilidades, como por ejemplo de tu real trabajo. Vivir del Arte siempre supone un riesgo económico mayor Andrea
- ¿Te refieres a mi trabajo en el bufete de abogados? - terminó de ordenar unos papeles sobre la mesa ratona - Desde el principio me han apoyado, además de darme libertad absoluta con respeto a mis tareas. Los riesgos existen en todas las profesiones Bea, lo importante es mantener varias puertas abiertas al mismo tiempo. Disfrutar y amar el (los distintos trabajos) que realizamos es, a mi humilde opinión de una importancia vital. Ambos "ingredientes", además de la seriedad, honestidad y dedicación total a la tarea hacen a la mitad del éxito en cualquier área
- Pero si la escritura significa tanto para tí entonces ¿por que no te dedicas de lleno a trabajar en el bufete de abogados? Es un trabajo seguro y además cuentas con un buen sueldo
- Pero no me llena del todo Bea. Lo que realmente quiero, deseo y necesito es escribir libros, novelas, ensayos, poesías, quizás algún que otro artículo priodístico, etc. No te preocupes - agregó rápidamente - aun ignoro si lo mío es realmente dedicarme de lleno a la literatura. Por ahora son pequeños intentos, si no resulta entonces regresaré a mi trabajo habitual.
Aquella conversación fue, una vez más interrumpida por el estridente sonido del teléfono. Con la sorpresa pintada en su rostro Andrea atendió:
- ¿Andrea Cabrera? habla Javier Roldán buenas días. Me preguntaba si podría pasar de todos modos hoy a primera hora de la tarde por la editorial. Como sabrá se ha adelantado la fecha de publicación (para adultos) de su libro, y, como imaginará los círculos literarios y las escuelas secundarias están esperando ansiosamente por usted.
- Con gusto Javier. ¿Le parece a las 15:30 horas? De paso les dejo el manuscrito de la versión juvenil del libro. Quizás - se arriesgó - se podría publicar la versión juvenil en conjunto con la de adultos. Ya sabemos que para los jóvenes la paciencia es una tortura....
- Me parece una buena idea. La pondré en consideración ahora mismo. No será sencillo, pero supongo, que con un buen trabajo de coordinación entre las distintas áreas se puede llegar a buen puerto. La esperamos a las 15:30 horas Andrea, hasta luego
Andrea se volvió hacia su hermana. Con la sonrisa pintada en su rostro exclamó:
- Acaban de citarme a la editorial para hoy a la tarde Beatriz. Necesitan ultimar los detalles de la publicación del libro. Además deseo entregarles el manuscrito de la versión juvenil - y antes de que Beatriz pudiera responder - Aun tengo que resolver un par de cuestiones antes de pasar por la editorial, nos vemos - y salió, cual rayo en busca de su destino....
Beatriz recordó su propia juventud. Había existido un momento en el cual le hubiera encantado estudiar Historia del Arte, aunque la férrea oposición de sus padres (para los cuales el Arte era una pérdida de tiempo) puso fin a aquel sueño, a aque anhelo, y al fallecer ambos progenitores se hizo cargo de la pequeña empresa familiar (una floristería). En los últimos tiempos Andrea había madurado considerablemente. Había elegido su camino, el amor a las letras la había conducido por caminos realmente maravillosos, llegando a límites insospechados teniendo en cuenta su juventud. Con gran determinación marcó el número de su hermana, dejándole el siguiente mensaje:
- ¿Andrea? aquí Bea, solo quiero desearte la mayor de las suertes para hoy a la tarde. Me siento orgullosa de tí hermanita. Y no te olvides: siempre puedes contar conmigo. Un beso y un abrazo......
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