Un viento invernal lo suficientemente intenso se había levantado a media mañana complicando considerablemente la vida de aquel encantador paraje, aunque lejos estuvo de conseguir frenar el entusiasmo de nuestra joven protagonista quien, armada de guantes, bufanda y un grueso abrigo, se encaminó con una sonrisa hacia la casa matriz de la editorial Sandoval.
- Buenas tardes soy Andrea Cabrera y tengo una cita con el señor Javier Fernández
- Un momento por favor - después de un tiempo prudencial de espera - ¿señor Fernández? La señorita Andrea Cabrera ha llegado, ¿la hago pasar?, de acuerdo, gracias - se volvió amablemente hacia Andrea - el señor Fernández la espera en el sexto piso Of. 530. De paso - agregó - mi nombre es Claudia, y soy la secretaria de confianza del señor Fernández, cualquier pregunta o inconveniente estoy a su entera disposición....
Aquel edificio de oficinas relativamente nuevo no se diferenciaba en realidad de ningún otro, largos pasillos repletos de oficinas, empleados que prácticamente no levantaban su cabeza de sus tareas, y enormes ventanales que daban a un frondoso parque..., ¡que lugar más frío e inpersonal! Finalmente, y después de mucho caminar llegó a la puerta "Oficina 530, Editorial Sandoval"Una mujer de mediana edad le abrió la puerta:
- ¿Señorita Andrea Cabrera? Por aquí por favor - con pasos seguros la guió hasta una oficina - el señor Fernández no tardará en llegar, por favor siéntese y póngase cómoda ¿desea tomar algo mientras espera, quizás un café, té o un refresco? - nuestra joven protagonista esbozó su mejor sonrisa: - Muchísimas gracias, un café me vendría de mil maravillas
Mientras disfrutaba de aquel riquísimo café sus ojos recorrieron aquel lugar. Aquella oficina no se destacaba en principio de ninguna otra, sin embargo, algunos pequeños adornos cuidadosamente dispersos por toda la habitación, y un mobiliario clásico, le conferían un aire de distinción y elegancia especiales. Se había acercado a la ventana a fin de poder disfrutar de la vista inigualble, cuando se abrió la puerta.
- ¿Señorita Andrea Cabrera supongo? - un hombre de mediana edad le tendió amablemente la mano - Javier Fernández, discuple la tardanza, por aquí por favor, ¿en que la puedo servir? - la joven estuvo a punto de responder cuando: - ¡discúlpeme por favor! Ahora recuerdo: usted acaba de ganar el Premio Literario ¡Felicitaciones!
La joven le entregó su manuscrito cuidadosamente forrado: - he sido uno de los tantos jueces que ha leído su obra, es magnífica, por supuesto que la editaremos con gusto ¿le parece comenzar con una tirada de 5000 ejemplares a aparecer en 3 meses en las librerías más importantes del país, y si su libro tiene éxito otras 5000 al agotar stock?
Con un nudo de emoción en su garganta, la joven respondió: - Me parece una excelente idea, entonces ¿el libro estará en las vidrieras para diciembre supongo?
- Así es, será una verdadera prueba piloto - la joven se levantó de su silla para retirarse cuando: - A nuestra editorial le encantaría tener la exclusividad de sus futuros trabajos. ¿Aun no ha comenzado con la escritura de una novela nueva, o quizás de un tomo de poemas? Sería un placer poder editarlos....- y un último consejo, en el futuro elija mejor los títulos de sus libros, pues este suena, definitivamente demasiado anticuado....
Andrea había escuchado con atención aquellas palabras. Si bien aun era una novata en el mundo de la literatura, se daba perfecta cuenta de que lo único que le interesaba a aquella editorial era realizar un muy jugoso negocio. En principio, de ello no cabía la menor duda, dependía enteramente de ella, aunque no estaba dispuesta a seguir confiando en una editorial que no respetara sus tiempos, sus gustos ni posiblemente sus ideas.
A su regreso, Beatriz la saludó con un fuerte abrazo: - ¿Como te ha ido en la editorial Andrea?, ¡cuenta! - la tomó del brazo - al aire libre es más agradable, ¿verdad?
- En principio - comenzó tímidamente - la primera tirada de libros, unos 5000 estarán a la venta a partir de diciembre próximo, y otros 5000 una vez agotado el stock
- Genial hermanita, me alegro muchísimo por tí, aunque no comprendo ¿que quieres decir con "en principio"? Explícate por favor....
- Lo que sucede es que la editorial - ordenó su mente con rapidez - solo piensa en hacer negocio Bea, por un lado elogiaron mi libro y me propusieron la exclusividad de mis obras, por el otro critican el título de mi obra por ser "demasiado anticuada"
- Chiquilla hermosa, en realidad se trata de un negocio, ¿que hay de malo en ello? Escúchalos con atención pero sigue transitando tu camino con la misma confianza de siempre. Comprendo que ciertas actitudes te choquen, pero ten un poco de confianza en ellos.
Los meses siguientes fueron interminables para Andrea. Si bien había comenzado con la escritura de una segunda novela (aun sin título), la espectativa por ver su libro impreso y en las vidrieras de las librerías era enorme. Su desconfianza inicial se había esfumado casi por completo. Fue recién a mitad de noviembre que Beatriz encontró un artículo preocupante en el periódico:
"La afamada editorial Sandoval, una de las más antiguas del país está en graves problemas financieros. Sus arcas están prácticamente vacías y se mantienen en pie con un puñado de no menos de seis escritores que aun confian en ella. Según informaciones confiables cada vez menos escritores confían en su buen nombre. Recordemos que en los últimos años se han acumulado una cantidad enorme de denuncias de fraude que salpican su buen nombre. El caso más grave sucedió hace 2 años atrás, cuando la editorial no cumplió con la edición prometida a un Julián Díaz, un prometedor joven, cuya carrera literaria quedó truncada durante los siguientes seis meses. Recomendamos a todos los escritores cambiar lo antes posible de editorial"
Con la preocupación pintada en su rostro le enseño el artículo a su hermana - Andrea, no deseo intranquilizarte - comenzó - pero por tu bien debes leer este artículo. Aparentemente tu suposición no estaba tan errada
A pesar de la preocupante novedad, nuestra joven escritora mantuvo la calma - No te preocupes Bea - su voz sonaba extremadamente tranquila - estoy segura de que solo se trata de una gran confusión, ya verás, en los próximos días todo se arreglará. - y aunque su voz aparentaba tranquilidad, Bea pudo detectar un dejo de gran preocupación en las palabras de su hermana, preocupación que se acrecentaría con el correr de los días y que las lanzaría finalmente a una aventura sin igual.....
- ¿Señorita Andrea Cabrera? Por aquí por favor - con pasos seguros la guió hasta una oficina - el señor Fernández no tardará en llegar, por favor siéntese y póngase cómoda ¿desea tomar algo mientras espera, quizás un café, té o un refresco? - nuestra joven protagonista esbozó su mejor sonrisa: - Muchísimas gracias, un café me vendría de mil maravillas
Mientras disfrutaba de aquel riquísimo café sus ojos recorrieron aquel lugar. Aquella oficina no se destacaba en principio de ninguna otra, sin embargo, algunos pequeños adornos cuidadosamente dispersos por toda la habitación, y un mobiliario clásico, le conferían un aire de distinción y elegancia especiales. Se había acercado a la ventana a fin de poder disfrutar de la vista inigualble, cuando se abrió la puerta.
- ¿Señorita Andrea Cabrera supongo? - un hombre de mediana edad le tendió amablemente la mano - Javier Fernández, discuple la tardanza, por aquí por favor, ¿en que la puedo servir? - la joven estuvo a punto de responder cuando: - ¡discúlpeme por favor! Ahora recuerdo: usted acaba de ganar el Premio Literario ¡Felicitaciones!
La joven le entregó su manuscrito cuidadosamente forrado: - he sido uno de los tantos jueces que ha leído su obra, es magnífica, por supuesto que la editaremos con gusto ¿le parece comenzar con una tirada de 5000 ejemplares a aparecer en 3 meses en las librerías más importantes del país, y si su libro tiene éxito otras 5000 al agotar stock?
Con un nudo de emoción en su garganta, la joven respondió: - Me parece una excelente idea, entonces ¿el libro estará en las vidrieras para diciembre supongo?
- Así es, será una verdadera prueba piloto - la joven se levantó de su silla para retirarse cuando: - A nuestra editorial le encantaría tener la exclusividad de sus futuros trabajos. ¿Aun no ha comenzado con la escritura de una novela nueva, o quizás de un tomo de poemas? Sería un placer poder editarlos....- y un último consejo, en el futuro elija mejor los títulos de sus libros, pues este suena, definitivamente demasiado anticuado....
Andrea había escuchado con atención aquellas palabras. Si bien aun era una novata en el mundo de la literatura, se daba perfecta cuenta de que lo único que le interesaba a aquella editorial era realizar un muy jugoso negocio. En principio, de ello no cabía la menor duda, dependía enteramente de ella, aunque no estaba dispuesta a seguir confiando en una editorial que no respetara sus tiempos, sus gustos ni posiblemente sus ideas.
A su regreso, Beatriz la saludó con un fuerte abrazo: - ¿Como te ha ido en la editorial Andrea?, ¡cuenta! - la tomó del brazo - al aire libre es más agradable, ¿verdad?
- En principio - comenzó tímidamente - la primera tirada de libros, unos 5000 estarán a la venta a partir de diciembre próximo, y otros 5000 una vez agotado el stock
- Genial hermanita, me alegro muchísimo por tí, aunque no comprendo ¿que quieres decir con "en principio"? Explícate por favor....
- Lo que sucede es que la editorial - ordenó su mente con rapidez - solo piensa en hacer negocio Bea, por un lado elogiaron mi libro y me propusieron la exclusividad de mis obras, por el otro critican el título de mi obra por ser "demasiado anticuada"
- Chiquilla hermosa, en realidad se trata de un negocio, ¿que hay de malo en ello? Escúchalos con atención pero sigue transitando tu camino con la misma confianza de siempre. Comprendo que ciertas actitudes te choquen, pero ten un poco de confianza en ellos.
Los meses siguientes fueron interminables para Andrea. Si bien había comenzado con la escritura de una segunda novela (aun sin título), la espectativa por ver su libro impreso y en las vidrieras de las librerías era enorme. Su desconfianza inicial se había esfumado casi por completo. Fue recién a mitad de noviembre que Beatriz encontró un artículo preocupante en el periódico:
"La afamada editorial Sandoval, una de las más antiguas del país está en graves problemas financieros. Sus arcas están prácticamente vacías y se mantienen en pie con un puñado de no menos de seis escritores que aun confian en ella. Según informaciones confiables cada vez menos escritores confían en su buen nombre. Recordemos que en los últimos años se han acumulado una cantidad enorme de denuncias de fraude que salpican su buen nombre. El caso más grave sucedió hace 2 años atrás, cuando la editorial no cumplió con la edición prometida a un Julián Díaz, un prometedor joven, cuya carrera literaria quedó truncada durante los siguientes seis meses. Recomendamos a todos los escritores cambiar lo antes posible de editorial"
Con la preocupación pintada en su rostro le enseño el artículo a su hermana - Andrea, no deseo intranquilizarte - comenzó - pero por tu bien debes leer este artículo. Aparentemente tu suposición no estaba tan errada
A pesar de la preocupante novedad, nuestra joven escritora mantuvo la calma - No te preocupes Bea - su voz sonaba extremadamente tranquila - estoy segura de que solo se trata de una gran confusión, ya verás, en los próximos días todo se arreglará. - y aunque su voz aparentaba tranquilidad, Bea pudo detectar un dejo de gran preocupación en las palabras de su hermana, preocupación que se acrecentaría con el correr de los días y que las lanzaría finalmente a una aventura sin igual.....




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