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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Aventura Literaria




Una intensa neblina comenzaba a levantarse en el horizonte lejano inundando cada pequeño rincón de aquel paraje tan especial y envolviéndolo paulatinamente en aquella atmósfera tan particular y tan misteriosa a la vez, incluso el fulgor de las estrellas y la brillantez de la luna parecían haber perdido momentánemente su magia y su encanto, acentuando aun más la oscuridad de aquella fría noche otoñal. Sus calles, prácticamente a oscuras por la densidad de aquella neblina, convertida ahora en  niebla, se encontraban prácticamente desiertas....

De repente, y como por arte de magia, aquella densa niebla comenzó a abrirse, y una alta figura femenina comenzó a emerger de entre aquellas sombras. A pesar del frío, no llevaba ni guantes ni gorra. Sus manos sostenían con fuerza su único tesoro: en el interior de aquella gruesa carpeta de cuero se encontraba el manuscrito de su primera novela: El puente hacia los recuerdos. (Se trataba de una obra relativamente corta, mitad cuento, mitad novela sobre el valor y la importancia de la amistad de seis jóvenes durante el transcurso de toda su vida). Al llegar a su casa subío en puntas de pie la enorme escalera, desapareciendo, acto seguido, detrás de la puerta de su habitación. Muy pronto, la única luz prendida de toda aquel lugar denotaba la febril e intensa labor de Andrea, la joven protagonista de nuestra historia, corrigiendo y dando los últimos toques a su pequeña gran obra literaria. Tan compenetrada estaba en y con su tarea que ni se percató del hermoso y soleado día que estaba comenzando. Finalmente fueron los insistentes gopecitos en su puerta que la devolvieron a la realidad. Al abrirla se encontró con Beatriz, su hermana mayor: 

- Buenos días hermanita - observó a vuelo de pájaro aquella habitación - como veo, sigues con la costumbre de dormir poco o nada - sus ojos llegaron hasta el escritorio - ¿escribiendo nuevamente? ¿no estarás pensando en presentarte al concurso de  literaria juvenil, cierto hermanita? Ya conoces de sobra mi opinión al respecto....

- ¿Por que no he de presentar mi obra al concurso de literatura juvenil Bea? - Andrea se acercó al escritorio y tomando el manuscrito en sus manos prosiguió en tono sereno - Sabes que la escritura es, desde siempre mi pasión, y solo presentando mis trabajos a los demás sabré si realmente tengo pasta de escritora o si, al contrario, deberé enterrar esta idea bajo cien candados para toda la eternidad. 

- Andrea solo deseo que tengas cuidado - observó a su hermana - conozco tu perseverancia y tenacidad y realmente te admiro, aunque me pregunto ¿lograrás superar la desazón y tristeza si no llegas a ganar? A veces remontar la cuesta  puede ser duro, casi imposible, especialmente a cierta edad....





- No te preocupes Bea - la joven abrazó cariñosamente a su hermana - me sentiré feliz y satisfecha si llego a quedar dentro de los cuatro primeros puestos. Esperar ganar sería hacer realidad mi sueño, pero, como sabes, se han inscrito muchos jóvenes en este concurso - observó el horizonte - trataré de mantener mis expectativas bajo control - se interrumpió bruscamente. El reloj de la catedral acababa de dar las 8:30 de la mañana - Uyy que tarde! - Besó y abrazó a Beatriz - tengo plazo hasta el mediodía para entregar mi manuscrito y me molestaría mucho en ser la última en hacerlo - y salió, antes de que Beatriz pudiera despedirse, a la carrera hacia el Centro Literario Juvenil.

Beatriz regesó, no sin un dejo de preocupación, a sus tareas habituales. A Andrea siempre le habían fascinado los libros. Desde muy pequeña solía inventar las historias más alegres, o las aventuras más peligrosas con una facilidad asombrosa especialmente teniendo en cuenta su edad. Con apenas 26 años cumplidos, nuestra protagonista no deseaba otra cosa de manera ferviente que convertirse en escritora. Durante su corta existencia ya había presentado algunos cuentos en los concursos literarios escolares, siempre con un excelente resultado, lo que le valió muchísimos elogios de parte de su profesora de literatura. Admiraba la determinación y el optimismo de su hermana, una cualidad que la caracterizó desde siempre y no dudaba de su capacidad literaria, pero temía secretamente que la decisión de la joven de presentar su obra a dicho concurso resultara ser un fracaso rotundo. ¿Y entonces? ¿Como seguiría la vida de su hermana? De seguro que en tal sentido los sueños de la joven se evaporarían en aire....

Mientras tanto, en el camino al Centro de Literatura Juvenil, Andrea se había encontrado con Tomás, uno de sus mejores amigos desde la escuela primaria: 

- ¡Andrea espera! - al escuchar la voz de su amigo, la joven detuvo sus pasos - gracias por esperar - la besó en la mejilla - tanto tiempo sin verte, ¿como estás? y además ¿por que andas a las apuradas? 

- ¡Tomás que alegría volverte a ver! - lo abrazó y lo besó efusivamente - estoy camino al Centro de Literatura Juvenil ¿recuerdas que te hablé de un Concurso Literario? Decidí presentarme con mi primera obra,  El puente hacia los recuerdos, ¿como estás? ¿que es de tu vida?, cuenta - pidió con una sonrisa

- ¡Veo que no has cambiado desde nuestra época en la secundaria! - rió con ganas - por supuesto que te acompañaré, imagínate ¿como podría perderme un día tan importante en tu vida? - la tomó de la mano, y mientras seguían caminando contó: - después de terminar la secundaria aun no estaba seguro del camino profesional a seguir, por lo que acepté un puesto en las oficinas comerciales de la Compañía de Química Farmacológica perteneciente a mi familia  - se detuvo un instante - me encontré con un mundo fascinante Andrea - la joven seguía sus palabras con total atención - a tal punto que decidí dedicarme profesionalmente al rubro de la Química....




- ¡No puede ser! - exclamó Andrea totalmente sorprendida. Recodaba muy bien como Tomás luchaba con cada ejercicio de química que les había tocado resolver, y como, entre todos, lo habían tratado de ayudar en aquella materia - ¿Tu dedicarte a la Química? Realmente es asombroso....

- Ya lo creo que lo es - el joven ordenó sus ideas - cuando te zambulles en su parte  práctica se convierte en una profesión inmensamente versátil e interesante. Comencé a descubrir su costado fascinante muy lentamente y casi a regañadientes - continuó - aunque finalmente quedé totalmente encantado con toda sus miles de posibilidades profesionales - Andrea lo escuchaba atentamente - ¿adivina qué? Estoy en primer año de Laboratista Químico, y lo más lindo es....¡que me encanta!

- Me alegro muchísimo Tomás. Estoy segura - se detuvo - que con el tiempo te convertirás en una verdadera eminencia - el joven no pudo más que reír a carcajadas limpias - ¡vaya Andrea! te agradezco tu confianza, pero ¿donde has vista que las eminencias sean jóvenes? ¿Ya te fijaste en los cuadros y láminas de todas esas "eminencias"? son todos tan barbudos...., - aquella alegre y muy divertida conversación hubiera seguido durante horas, a no ser porque habían llegado al Centro Literario Juvenil, institución que englobaba a los jóvenes y futuros autores de hasta 35 años de edad, tratando de fomentar con diversos cursos y concursos literarios su creatividad, poniéndolos en contacto con las editoriales más importantes. Nuestros dos amigos se dirigieron hacia la recepción. Allí una atenta recepcionista les dio la bienvenida: 

- Buenos días mi nombre es Ana, bienvenidos al Centro Literario Juvenil ¿en que les puedo ayudar? 

- Venimos a entregar este manuscrito para el concurso de literatura juvenil - la joven le entregó el manuscrito, en cuya primera hoja se podía leer: El puente hacia los recuerdos, novela corta de Andrea Fuentes - quisiera saber - prosiguió nuestra protagonista - para cuando estarán los resultados

- Un momento por favor - la joven recepcionista desapreció, y al regresar - los resultados preliminares se darán a conocer a principios de Septiembre. Aquellos cuyas obras hayan sido elegidas dentro de los quince primeros puestos recibirán un correo al respecto, y tendrán que presentarse en la cede del Centro Literario Juvenil a principios de Octubre. Recién allí se darán a conocer los ganadores finales. Esperen - prosiguió y dirigiéndose a Andrea: - necesitamos que nos firme una planilla por favor, es para un control interno del Centro, -  explicó pacientemente

Ya de tarde, y a su regreso, Beatriz estaba esperándola: 

- ¿Has presentado tu manuscrito Andrea? ¿Para cuando estarán los resultados?

- Tendré (mejor dicho, tendremos) que ser pacientes Bea - la joven se sirvió otra taza de humeante café - el resultado preliminar se conocerá en Septiembre y el resultado final un mes después - sonrió abiertamente - tiempo suficiente para comenzar con una nueva historia, como verás - comentó - mi camino parece estar trazado - y desapareció con un rostro de gran felicidad, en su cuarto, para comenzar con la redacción de una nueva obra. 

Beatriz la siguió con la mirada hasta verla desaparecer. Había comprendido y asimilado aquella realidad: cueste lo que cueste Andrea estaba determinada a triunfar. Lo que ninguna de las dos sabía era que, dentro de apenas cuatro meses, sus vidas iban a cambiar totalmente. Nuevas y fascinantes aventuras las llevarían a vivir, conjuntamente con sus amigos, increíbles y fascinantes historias......






























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