Desde aquella visita de Julia había pasado ya un mes entero, tiempo durante el cual nuestros dos protagonistas principales trataron de asimilar aquellas novedades tan impactantes que la joven les había revelado, revelaciones que tuvieron como cosecuencia la búsqueda de una nueva estrategia, un nuevo plan para poder encontrar de manera segura aquel Papiro de la Verdad, un documento que traería, con toda seguridad, un poco más de luz y de tranquilidad a la vida de toda la familia, que, especialmente durante los últimos 20 años, se había visto envuelta en rencillas y problemas internos, totalmente nuevos para todos ellos.
La familia Santamaría era bien conocida en toda Italia: en el Valle de Aosta, Luis, uno de los más jóvenes integrantes de la familia, y pequeño productor de vino, había logrado un éxito considerable, especialmente durante el último año. Gabriel por su parte, residente en Turín y un industrial reconocido en la ciudad, responsable, solidario y alegre, había sido un apoyo importante para Mercedes durante los últimos años. Manuel, residente de Murano, se había hecho un nombre en la elaboración y venta del ya famosísimo cristal de dicha ciudad, mientras que Federico, residente en Florencia, se había hecho un nombre como uno de los mejores guías turísticos de la ciudad que todos conocen como Cuna del Renacimiento. Lo verdaderamente preocupante era que, a pesar de estar todos ellos emparentados entre sí, trataban de evitarse a toda costa, especialmente después de varios problemas que habían aparecido entre ellos.
Joaquín repasó mentalmente los últimos acontecimientos: era evidente que se encontraba en una verdadera encrucijada: su propia vida laboral, antes tan ordenada, se había derrumbado de la noche a la mañana, cuan un castillo de naipes. ¿Que hacer? ¿como seguir de aquí en más? ¿que camino tomar? Que su propio jefe esté involucrado en varios ilícitos ya era bastante grave, pero que había resultado ser el jefe de una banda criminal era aun más grave. En toda relación es necesario, entre otras virtudes, una buena dosis de confianza entre las personas involucradas. Había creído en aquel hombre, había confiado en él, lo había defendido varias veces en el pasado...., se alegró al ver entrar a Mercedes con una bandeja de copas. Con su fina intuición comprendió inmediatamente la situación por la que atravesaba su primo.
- Joaquín, no te tortures con semejantes pensamientos - depositó suavemente las copas sobre la gran mesa de madera que adornaba aquel patio - ciertas situaciones sorpresivas nos descolocan momentáneamente, hasta que comprendemos que nos ayudan a tomar la decisión de cambio de rumbo, especialmente - sonrió - cuando nos sentimos atascados en nuestras propias dudas y temores.
- Gracias Mecha por tus sabios consejos - observó aquel cielo diáfano que los cubría, una suave brisa mantenía el intenso calor un poco bajo control - no te preocupes, seguramente encontraré pronto las respuestas a todas mis preguntas - se acercó a la mesa y se sirvió una copa de refrescante limonada, se dirigió hacia la pequeña mesa ratona y entregándole los papeles a su prima agregó: - como te darás cuenta, todo preparado para la gran reunión familiar
Mercedes sobrevoló aquellos papeles con gran atención, se volvió hacia su primo y estaba a punto de responder cuando fue interrumpida por unas fuertes voces masculinas que se escuchaban cada vez con mayor intensidad. Rápidamente le susurró a Joaquín: - nuestros primos han llegado, y me temo que será una reunión bastante conflictiva, ¿crees que encontraremos la manera de hacerla un poco más agradable?
Joaquín observó a sus primos con creciente curiosidad. La última vez que se habían visto había sido en plena etapa adolescente, en aquella fiesta de cumpleaños que le habían preparado con tanto esmero y cariño. Los años habían pasado, y no quedaba casi nada de aquellos cuatro muchachos tan despreocupados y alegres con los cuales había pasado tan gratos momentos. Al contrario, sus rostros cerrados y sus ceños fruncidos no hacía más que acentuar la molestia y el fastidio por el que estaban pasando. Finalmente fue Manuel quien, en tono casi descortés, preguntó:
- Sinceramente no comprendemos la urgencia para esta reunión. Al fin y al cabo solo se trata de un viejo y desgastado Papiro, ¿tanta importancia tiene este papelito? Además personalmente tengo cosas más importantes que hacer - observó a sus primos con desdés y soberbia - reunirnos a todos juntos me parece una falta de consideración, especialmente - se volvió hacia Joaquín - sabiendo que últimamente ya no nos hablamos ¿No estarás acaso tirando más leña al fuego?
A estas palabras siguió un silencio casi eterno. Finalmente fue Joaquín quien se acercó a sus primos, y entregándoles una copia a cada uno de sus investigaciones sobre el tema, comentó, dirigiéndose especialmente a Manuel:
- Manuel, en primer lugar no ignoro el problema por el que todos ustedes están pasando últimamente. En cada familia existen momentos complicados y difíciles, momentos de incertidumbre y de soledad absoluta, y esos problemas solo se resuelven con mucha buena voluntad y humildad enarbolando la bandera del respeto, cariño y amor. Por otro lado ¿no te parece extraño que los inconvenientes que están viviendo comenzaron justo con la desaparición del Papiro?
Los demás lo observaban con una enorme sorpresa pintada en sus rostros. Joaquín siempre solía guardar la compostura y la calma, aun en situaciones más que complicadas, por lo que se había ganado el sobrenombre de el diplomático. ¿dónde había quedado aquella mesura? Apenas daban crédito a sus oídos: frases directas y claras con la intención de llegar a lo más profundo de los demás, un tono de seriedad y urgencia evidentes. Sin inmutarse en lo más mínimo, Joaquín prosiguió:
- Solemos criticar a la sociedad actual por sus enormes errores, su intolerancia y su prejuicio hacia los demás, sin darnos cuenta que buena parte de la solución radica en una minúscula célula llamada familia. De familias respetuosas, tolerantes, solidarias, amantes de la vida, y en donde se respire amor, cariño y comprensión saldrán personas, seres humanos con idénticos valores para hacer del mundo un lugar mejor - y con voz más tranquila agregó: - en vez de pelearse tanto ¿no sería mejor que se unieran? De esa manera nos apoyaríamos unos en otros y trabajaríamos para un bien común. Además, sinceramente necesitamos de la colaboración de todos en esta aventura - y con lujo de detalles les relató todo lo acontecido hasta aquel momento.
- Gracias Joaquín, con gusto ayudaremos a develar este misterio y perdona la manera descortés de hablarte - Manuel se dirigió a los demás - creo que es hora de que dejemos de lado nuestros pequeños problemas para dedicarnos a lo verdaderamente importante: volver a unirnos, y entre todos, estoy seguro, viviremos una gran aventura.
Durante aquella conversación Mercedes había desaparecido en la cocina. Se dirigió a la mesa de la galería y comenzó a servir unos exquisitos y refrescantes bowls llenos de helados de distintos gustos. Con una sonrisa inconfundible preguntó:
- ¿Que les parece si nos refrescamos un poco con unos exquisitos helados? y mientras que servía aquellas exquisiteces - de lo contrario me temo que nos derretiremos todos en cualquier instante.......
Un coro de carcajadas fue la única respuesta posible, y pronto el aire se volvió a llenar de risas, alegría y despreocupación. Finalmente fue Federico quien preguntó:
- Según tengo entendido por lo que nos acabas de contar, necesitan desplazarse a Florencia ¿estoy en lo cierto? Con gusto les mostraré la ciudad, es verdaderamente preciosa....
- Gracias, nos encantaría poder recorrerla con ojos de turistas y simples visitantes ocasionales, pero como comprenderás eso, por el momento será imposible - y dirigiéndose a todos, pero especialmente a Federico, Joaquín prosiguió - aunque, por supuesto, tu enorme y detallado conocimiento de esta bella ciudad nos será de gran ayuda.
- ¿No será mejor organizarnos un poco antes de comenzar con la búsqueda de pistas? Especialmente después de lo que les sucedió aquí en Roma, creo que la prudencia debería ser una de nuestras compañeras constantes - Luis los observó uno a uno - me parece que es mejor aprender de los errores y no volver a cometer el mismo error que puede traernos más que un dolor de cabeza.
- ¡Excelente idea Luis! - Mecha lo aplaudió calurosamente - y muchísimas gracias por recordarnos que la mitad del éxito está en una buena organización, y en mantener la calma y la prudencia en todo momento - y con la firme propuesta y promesa de contactarse con sus colaboradores de confianza para luego tener una visión más amplia de la manera de organizarse aquella reunión tocó a su fin, y algunas preguntas quedaron flotando en el aire ¿que nuevas aventuras y desafíos los esperaban en Florencia? ¿con que nuevos peligros se enfrentarían esta vez?, y, sobre todo ¿encontrarían finalmente aquella primera pista? Sin ella, cualquier búsqueda llegaría a ser totalmente infructuosa y aquel Papiro, tan importante para la paz y tranquilidad de la familia se perdería para siempre.......
- Gracias Mecha por tus sabios consejos - observó aquel cielo diáfano que los cubría, una suave brisa mantenía el intenso calor un poco bajo control - no te preocupes, seguramente encontraré pronto las respuestas a todas mis preguntas - se acercó a la mesa y se sirvió una copa de refrescante limonada, se dirigió hacia la pequeña mesa ratona y entregándole los papeles a su prima agregó: - como te darás cuenta, todo preparado para la gran reunión familiar
Mercedes sobrevoló aquellos papeles con gran atención, se volvió hacia su primo y estaba a punto de responder cuando fue interrumpida por unas fuertes voces masculinas que se escuchaban cada vez con mayor intensidad. Rápidamente le susurró a Joaquín: - nuestros primos han llegado, y me temo que será una reunión bastante conflictiva, ¿crees que encontraremos la manera de hacerla un poco más agradable?
Joaquín observó a sus primos con creciente curiosidad. La última vez que se habían visto había sido en plena etapa adolescente, en aquella fiesta de cumpleaños que le habían preparado con tanto esmero y cariño. Los años habían pasado, y no quedaba casi nada de aquellos cuatro muchachos tan despreocupados y alegres con los cuales había pasado tan gratos momentos. Al contrario, sus rostros cerrados y sus ceños fruncidos no hacía más que acentuar la molestia y el fastidio por el que estaban pasando. Finalmente fue Manuel quien, en tono casi descortés, preguntó:
- Sinceramente no comprendemos la urgencia para esta reunión. Al fin y al cabo solo se trata de un viejo y desgastado Papiro, ¿tanta importancia tiene este papelito? Además personalmente tengo cosas más importantes que hacer - observó a sus primos con desdés y soberbia - reunirnos a todos juntos me parece una falta de consideración, especialmente - se volvió hacia Joaquín - sabiendo que últimamente ya no nos hablamos ¿No estarás acaso tirando más leña al fuego?
A estas palabras siguió un silencio casi eterno. Finalmente fue Joaquín quien se acercó a sus primos, y entregándoles una copia a cada uno de sus investigaciones sobre el tema, comentó, dirigiéndose especialmente a Manuel:
- Manuel, en primer lugar no ignoro el problema por el que todos ustedes están pasando últimamente. En cada familia existen momentos complicados y difíciles, momentos de incertidumbre y de soledad absoluta, y esos problemas solo se resuelven con mucha buena voluntad y humildad enarbolando la bandera del respeto, cariño y amor. Por otro lado ¿no te parece extraño que los inconvenientes que están viviendo comenzaron justo con la desaparición del Papiro?
Los demás lo observaban con una enorme sorpresa pintada en sus rostros. Joaquín siempre solía guardar la compostura y la calma, aun en situaciones más que complicadas, por lo que se había ganado el sobrenombre de el diplomático. ¿dónde había quedado aquella mesura? Apenas daban crédito a sus oídos: frases directas y claras con la intención de llegar a lo más profundo de los demás, un tono de seriedad y urgencia evidentes. Sin inmutarse en lo más mínimo, Joaquín prosiguió:
- Solemos criticar a la sociedad actual por sus enormes errores, su intolerancia y su prejuicio hacia los demás, sin darnos cuenta que buena parte de la solución radica en una minúscula célula llamada familia. De familias respetuosas, tolerantes, solidarias, amantes de la vida, y en donde se respire amor, cariño y comprensión saldrán personas, seres humanos con idénticos valores para hacer del mundo un lugar mejor - y con voz más tranquila agregó: - en vez de pelearse tanto ¿no sería mejor que se unieran? De esa manera nos apoyaríamos unos en otros y trabajaríamos para un bien común. Además, sinceramente necesitamos de la colaboración de todos en esta aventura - y con lujo de detalles les relató todo lo acontecido hasta aquel momento.
- Gracias Joaquín, con gusto ayudaremos a develar este misterio y perdona la manera descortés de hablarte - Manuel se dirigió a los demás - creo que es hora de que dejemos de lado nuestros pequeños problemas para dedicarnos a lo verdaderamente importante: volver a unirnos, y entre todos, estoy seguro, viviremos una gran aventura.
Durante aquella conversación Mercedes había desaparecido en la cocina. Se dirigió a la mesa de la galería y comenzó a servir unos exquisitos y refrescantes bowls llenos de helados de distintos gustos. Con una sonrisa inconfundible preguntó:
- ¿Que les parece si nos refrescamos un poco con unos exquisitos helados? y mientras que servía aquellas exquisiteces - de lo contrario me temo que nos derretiremos todos en cualquier instante.......
Un coro de carcajadas fue la única respuesta posible, y pronto el aire se volvió a llenar de risas, alegría y despreocupación. Finalmente fue Federico quien preguntó:
- Según tengo entendido por lo que nos acabas de contar, necesitan desplazarse a Florencia ¿estoy en lo cierto? Con gusto les mostraré la ciudad, es verdaderamente preciosa....
- Gracias, nos encantaría poder recorrerla con ojos de turistas y simples visitantes ocasionales, pero como comprenderás eso, por el momento será imposible - y dirigiéndose a todos, pero especialmente a Federico, Joaquín prosiguió - aunque, por supuesto, tu enorme y detallado conocimiento de esta bella ciudad nos será de gran ayuda.
- ¿No será mejor organizarnos un poco antes de comenzar con la búsqueda de pistas? Especialmente después de lo que les sucedió aquí en Roma, creo que la prudencia debería ser una de nuestras compañeras constantes - Luis los observó uno a uno - me parece que es mejor aprender de los errores y no volver a cometer el mismo error que puede traernos más que un dolor de cabeza.
- ¡Excelente idea Luis! - Mecha lo aplaudió calurosamente - y muchísimas gracias por recordarnos que la mitad del éxito está en una buena organización, y en mantener la calma y la prudencia en todo momento - y con la firme propuesta y promesa de contactarse con sus colaboradores de confianza para luego tener una visión más amplia de la manera de organizarse aquella reunión tocó a su fin, y algunas preguntas quedaron flotando en el aire ¿que nuevas aventuras y desafíos los esperaban en Florencia? ¿con que nuevos peligros se enfrentarían esta vez?, y, sobre todo ¿encontrarían finalmente aquella primera pista? Sin ella, cualquier búsqueda llegaría a ser totalmente infructuosa y aquel Papiro, tan importante para la paz y tranquilidad de la familia se perdería para siempre.......




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