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sábado, 19 de noviembre de 2011

Encuentro Sorpresivo (3)

ENCUENTRO SORPRESIVO (3)









Amanecía...,los primeros y tenues rayos del sol primaveral lograron entrar por aquella ventana abierta, bañando la totalidad de mi habitación en su dorado tan especial, acompañada de una suave brisa matinal, que, sin embargo, no logró mover aquellos preciosos cortinados que los acompañaban, llegando únicamente a acariciar casi impersceptible y mágicamente mi rostro...

Sentada en aquella terraza tan especial y acogedora una sonrisa cruzó por mi rostro..., mis pensamientos regresaron a los acontecimientos de los días anteriores, preguntándome por enésima vez como habías podido saber de mi visita a París, y, sobre todo como habías logrado dar conmigo....¿Como supiste?...¿o solo lo intuías?...¿o quizás había sido solo una feliz y sorpresiva coincidencia?....¿o un golpe del destino?, la respuesta la tenía, de ello estaba segura, la propia vida.....


Saboreando mi segunda taza de café decidí seguir con aquel dibujo de Montmartre, el cual deseaba  finalizar antes de que aquella visita tan especial e inolvidable tocase a su fin.., y cerrando los ojos traté de recordar la atmósfera, las luces y las sombras de aquel lugar, y con suma lentitud, dedicación y concentración comencé a darle algún toque de color, tratando de que sea lo más auténtico y  similar posible al original. El sonido del teléfono finalmente interrumpió aquella quietud, y cuando atendí escuché tu alegre voz:


- Buenos días Mónica, espero que hayas descansado lo suficiente, pues hoy te llenaré de sorpresas - y después de una pausa agregaste enigmáticamente - lo único que puedo decirte es: vístete lo más elegantemente posible para nuestra primera salida nocturna....
- Fabulosa invitación - contesté con el mismo tono de voz - trataré de estar radiante y de deslumbrarte entonces.....
- Muy interesante proposición Moni - y luego de una pausa - ¿Te parece bien si te paso a buscar en una hora aproximadamente?
- Encantada, en una hora te espero entonces..., besos....
- Besos para tí....








Totalmente absorta y pensativa guardé aquel dibujo.., eramos simples amigos....¿amigos?....¿solo amigos?..., aquella invitación nocturna me tenía completamente intrigada..., si eramos simplemente amigos entonces ¿Como era posible tal invitación?.., tus palabras seguían sonando en mis oídos: Vístete lo más bello y elegante posible para nuestra salida nocturna... París, bella y mágica París que transformaba todo en un instante....y siguiendo un impulso, una corazonada me puse a escribir lo siguiente:




Llegaste a mi en una tibia mañana de primavera
dando vuelta mi vida y mi existencia por completo
Suavemente, delicadamente comenzaste a buscarme
Despertando lenta e insistentemente mi feminidad.....


Al leer aquellas líneas casi me espanto de mi misma ¡No podía, no debía seguir escribiendo aquello!.., solo eramos amigos, y no deseaba arruinar nuestra amistad con tales palabras, con tales sentimientos y emociones que solo se dicen cuando existe total seguridad...., pero inútiles fueron todos los intentos lógicos y toda la cordura..., mis manos estaban bañadas en sudor, mi corazón latía cada vez más a prisa, mi rostro estaba ardiendo como fuego..., y solo tu estabas en mis pensamientos, en mis sueños, en mis anhelos. Comprendí finalmente que habíamos llegado ambos a un punto decisivo y crucial de nuestra existencia..., solo restaba esperar y rogar en silencio.....

Había elegido un vestido veraniego bien simple, blanco con algunas flores pequeñas que le daban un toque de color, un collar de piedras algo rústico era todo lo que llevaba como adorno. Existen momentos, instantes en la vida cuando las palabras están de más, cuando dos personas se logran comunicar por miradas especiales. Silenciosamente me observaste bajar los últimos escalones de aquella escalera (había decidido bajar caminando, para darme aun más tiempo para tranquilizarme), cogiste mi mano..., pero tus ojos hablaban de manera tan elocuente.., por fin, y después de un largo tiempo escuché tu amada voz:

- Estas hermosa, ven, vamos a dar un paseo, el día está tan precioso para caminar, disfrutar.., y tener algunas charlas interesantes.


Recorrimos París en absoluto silencio, recorrimos sus boulevares y sus calles, sus plazas y sus monumentos, sus calles encantadas hasta llegar a situarnos frente a Notre Dame, nos sentamos al borde del Sena observando la ciudad desde aquella perspectiva, disfruábamos de la vista inigualable y de la mutua compañía.., por fin, y luego de un largo silencio, comenté:








- No se tu..., pero mi estómago está haciendo ruido
- El mío también - contestaste -  aun es demasiado temprano para almorzar, pero espera - abriste una pequeña bolsa - ¿te apetece una manzana jugosa y dulce?
- Dime - proseguiste con un guió pícaro - ¿cual de los tantos cuadros te han gustado más en el Museo d'Orsay?


Después de ordenar mis pensamientos, y eligiendo mis palabras con mucho cuidado contesté: 
- Difícil elección, pero trataré de responderte lo mejor y más honestamente posible, verás - tragué un pedazo de manzana y proseguí sonriendo - me gustan todos los cuadros por igual.....
- Pues ello es simplemente imposible Mónica - tu sorpresa no tenía límites - todos tenemos nuestro cuadro preferido, piensa... alguno te tiene que haber emocionado, impactado más que el resto...
- ¿Y en donde está escrito y estipulado que tiene que ser un solo cuadro el que nos impacte y sea el preferido entre todos los demás? - pregunté con una sonrisa - ¿Acaso no pueden ser varios..., o todos?


Habíamos llegado finalmente a uno de los tantos bistrós de París. Disfrutando de un enorme plato de ensalada, me observabas con creciente atención cuando proseguí: 
- Sabes que mis gustos son amplísimos, especialmente a lo que se refiere a los cuadros de los pintores impresionistas, que llegan a agradarme y a emocionarme todos: impresionistas, pos-impresionistas, etc.....
- A la gran mayoría les gusta Monet - agregaste cuando hice una pausa
Sonreí ampliamente - entre aquellos que más me gustan se encuentran La Noche Estrellada de Van Gogh, El Baile del Molino de la Galette, de Renoir, Las Nenúfares azules de Monet, Las Mujeres en el Jardín, también de Monet..., y la gran mayoría de las obras de Manet -  te observé silenciosamente para luego preguntar pícaramente - ¿deseas que siga enumerando mis cuadros favoritos?..., por mi encantada, aunque, tu dirás.....
Tu rostro se iluminó como el sol - Monica, sigues siendo increíble, maravillosa y única..., te comprendí perfectamente, y eres la excepción a la regla..., y ello, sinceramente me parece fabuloso - observaste tu reloj - ven, es hora de regresar, a las 8 de la noche pasaré por tí nuevamente.


Al regresar al hotel miré mi reloj...., todavía me quedaba bastante tiempo para comprarme  un impactante vestido  decidida comencé a buscar, hasta que encontré un vestido color turquesa tan hermoso, colgado solo en un rincón de una pequeña tienda. Regresé al hotel y terminé de arreglarme para la ocasión, y en silencio salimos tomados de la mano para enfilar hacia la Tour Eiffel y subir al segundo nivel donde entramos a Le Jules Verne.., y desde 125 metros de altura teníamos la oportunidad espectacular de ver, de observar y de disfrutar  de una vista inigualable de París, de una cena especial (no solo por el menú), y donde las emociones  y los sentimientos tan largamente guardados comenzaron a salir finalmente a la luz.....y de aquella noche mágica y especial hablaré en el siguiente capítulo.....











2 comentarios:

  1. Una preciosa historia que nos sigue apasionando. Besos

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  2. Una historia escrita con una mezcla de pasión, cariño, amor, alma y corazón. Besos

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